De los escritos de santa Rosa de Lima.
El salvador levantó la voz y dijo, con incomparable majestad: "¡Conozcan todos que la gracia sigue a la tribulación. Sepan que sin el peso de las aflicciones no se llega al colmo de la gracia. Comprendan que, conforme al acre- centamiento de los trabajos, se aumenta juntamente la medida de los carismas.
nadie se engañe: esta es
la única verdadera escala del paraíso, y fuera de la cruz no hay camino por donde se pueda subir al cielo!" Oídas estas palabras, me sobrevino un impetu pode- roso de ponerme en medio de la plaza para gritar con grandes clamores, diciendo a todas las personas, de cual- quier edad, sexo, estado y condición que fuesen: "Oíd pueblos, oíd, todo género de gentes: de parte de Cristo y con palabras tomadas de su misma boca, yo os aviso: Que no se adquiere gracia sin padecer aflicciones; hay necesidad de trabajos y más trabajos, para conse- guir la participación íntima de la divina naturaleza, la gloria de los hijos de Dios y la perfecta hermosura del alma." Este mismo estímulo me impulsaba impetuosamente a predicar la hermosura de la divina gracia, me angus- tiaba y me hacía sudar y anhelar. Me parecía que ya no podía el alma detenerse en la cárcel del cuerpo, sino que se había de romper la prisión y, libre y sola, con más agilidad se había de ir por el mundo, dando voces: "¡Oh, si conociesen los mortales qué gran cosa es la gracia, qué hermosa, qué noble, qué preciosa, cuántas ri- quezas esconde en sí, cuántos tesoros, cuántos júbilos y delicias! Sin duda emplearían toda su diligencia, afanes y desvelos en buscar penas y aflicciones; andarían todos por el mundo en busca de molestias, enfermedades y tormentos, en vez de aventuras, por conseguir el tesoro último de la constancia en el sufrimiento. Nadie se que- jaría de la cruz ni de los trabajos que le c
aen en suerte,
si conocieran las balanzas donde se pesan para repartir- los entre los hombres." |
Bibliografía
Butler, Vida de los Santos. WWW.SAGRADOSCORAZONES.ORG
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