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lunes, febrero 29, 2016

El Papa nos enseña este Año jubilar.

Dios transforma el corazón del hombre haciéndole experimentar un amor fiel, y lo hace a su vez capaz de misericordia. Es siempre un milagro el que la misericordia divina se irradie en la vida de cada uno de nosotros, impulsándonos a amar al prójimo y animándonos a vivir lo que la tradición de la Iglesia llama las obras de misericordia corporales y espirituales. Ellas nos recuerdan que nuestra fe se traduce en gestos concretos y cotidianos, destinados a ayudar a nuestro prójimo en el cuerpo y en el espíritu, y sobre los que seremos juzgados: nutrirlo, visitarlo, consolarlo y educarlo. Por eso, expresé mi deseo de que «el pueblo cristiano reflexione durante el Jubileo sobre las obras de misericordia corporales y espirituales. Será un modo para despertar nuestra conciencia, muchas veces aletargada ante el drama de la pobreza, y para entrar todavía más en el corazón del Evangelio, donde los pobres son los privilegiados de la misericordia divina» (ibíd., 15). En el pobre, en efecto, la carne de Cristo «se hace de nuevo visible como cuerpo martirizado, llagado, flagelado, desnutrido, en fuga... para que nosotros lo reconozcamos, lo toquemos y lo asistamos con cuidado» (ibíd.). Misterio inaudito y escandaloso la continuación en la historia del sufrimiento del Cordero Inocente, zarza ardiente de amor gratuito ante el cual, como Moisés, sólo podemos quitarnos las sandalias (cf. Ex 3,5); más aún cuando el pobre es el hermano o la hermana en Cristo que sufren a causa de su fe.

Ante este amor fuerte como la muerte (cf. Ct 8,6), el pobre más miserable es quien no acepta reconocerse como tal. Cree que es rico, pero en realidad es el más pobre de los pobres. Esto es así porque es esclavo del pecado, que lo empuja a utilizar la riqueza y el poder no para servir a Dios y a los demás, sino parar sofocar dentro de sí la íntima convicción de que tampoco él es más que un pobre mendigo. Y cuanto mayor es el poder y la riqueza a su disposición, tanto mayor puede llegar a ser este engañoso ofuscamiento. Llega hasta tal punto que ni siquiera ve al pobre Lázaro, que mendiga a la puerta de su casa (cf. Lc 16,20-21), y que es figura de Cristo que en los pobres mendiga nuestra conversión. Lázaro es la posibilidad de conversión que Dios nos ofrece y que quizá no vemos. Y este ofuscamiento va acompañado de un soberbio delirio de omnipotencia, en el cual resuena siniestramente el demoníaco «seréis como Dios» (Gn 3,5) que es la raíz de todo pecado. Ese delirio también puede asumir formas sociales y políticas, como han mostrado los totalitarismos del siglo XX, y como muestran hoy las ideologías del pensamiento único y de la tecnociencia, que pretenden hacer que Dios sea irrelevante y que el hombre se reduzca a una masa para utilizar. Y actualmente también pueden mostrarlo las estructuras de pecado vinculadas a un modelo falso de desarrollo, basado en la idolatría del dinero, como consecuencia del cual las personas y las sociedades más ricas se vuelven indiferentes al destino de los pobres, a quienes cierran sus puertas, negándose incluso a mirarlos.

La Cuaresma de este Año Jubilar, pues, es para todos un tiempo favorable para salir por fin de nuestra alienación existencial gracias a la escucha de la Palabra y a las obras de misericordia. Mediante las corporales tocamos la carne de Cristo en los hermanos y hermanas que necesitan ser nutridos, vestidos, alojados, visitados, mientras que las espirituales tocan más directamente nuestra condición de pecadores: aconsejar, enseñar, perdonar, amonestar, rezar. Por tanto, nunca hay que separar las obras corporales de las espirituales. Precisamente tocando en el mísero la carne de Jesús crucificado el pecador podrá recibir como don la conciencia de que él mismo es un pobre mendigo. A través de este camino también los «soberbios», los «poderosos» y los «ricos», de los que habla el Magnificat, tienen la posibilidad de darse cuenta de que son inmerecidamente amados por Cristo crucificado, muerto y resucitado por ellos. Sólo en este amor está la respuesta a la sed de felicidad y de amor infinitos que el hombre —engañándose— cree poder colmar con los ídolos del saber, del poder y del poseer. Sin embargo, siempre queda el peligro de que, a causa de un cerrarse cada vez más herméticamente a Cristo, que en el pobre sigue llamando a la puerta de su corazón, los soberbios, los ricos y los poderosos acaben por condenarse a sí mismos a caer en el eterno abismo de soledad que es el infierno. He aquí, pues, que resuenan de nuevo para ellos, al igual que para todos nosotros, las lacerantes palabras de Abrahán: «Tienen a Moisés y los Profetas; que los escuchen» (Lc 16,29). Esta escucha activa nos preparará del mejor modo posible para celebrar la victoria definitiva sobre el pecado y sobre la muerte del Esposo ya resucitado, que desea purificar a su Esposa prometida, a la espera de su venida.

No perdamos este tiempo de Cuaresma favorable para la conversión. Lo pedimos por la intercesión materna de la Virgen María, que fue la primera que, frente a la grandeza de la misericordia divina que recibió gratuitamente, confesó su propia pequeñez (cf. Lc 1,48), reconociéndose como la humilde esclava del Señor (cf. Lc 1,38).


Vaticano, 4 de octubre de 2015

Fiesta de San Francisco de Assis

Francisco

confesiones


JESUCRISTO { Película Completa}

24- Arresto, juicio, muerte y resurrección de Jesús - .

10 frases del Papa Francisco en cuaresma.- ternura y misericordia.

Las 14 frases del Papa que levantaron aplausos en el Parlamento Europeo

Frases que nunca esperaría en la boca de un Papa

MENSAJE DEL PAPA FRANCISCO POR PASCUAL 2015

VATICANO, 05 Abr. 15 / 06:18 am (ACI/EWTN Noticias).- El Papa Francisco presidió esta mañana la Misa de la Pascua de Resurrección  en la Plaza de San Pedro. El Pontífice no tuvo homilía puesto que después leyó su Mensaje Pascual e impartió la tradicional bendición Urbi et Orbi (a la ciudad y al mundo).
1.-En él, el Santo Padre, reconoció que “con su muerte y resurrección, Jesús muestra a todos la vía de la vida y la felicidad: esta vía es la humildad, que comporta la humillación”.
2.-Por otra parte señaló que “quién lleva en sí el poder de Dios, de su amor y su justicia, no necesita usar violencia, sino que habla y actúa con la fuerza de la verdad, de la belleza y del amor. Imploremos al Señor que tengamos el valor humilde del perdón y de la paz”.
3.- Que Cristo “alivie el sufrimiento de tantos hermanos nuestros perseguidos a causa de su nombre”, en especial en Irak y Siria. Pidió la paz también para palestinos e israelíes y el fin de los conflictos en Libia, Yemen, Nigeria, Sudán del Sur y diversas regiones del Sudán y la República Democrática del Congo. Se acordó en especial de los 147 universitarios asesinados el pasado miércoles por terroristas yihadistas en Kenia y pidió también el fin del conflicto en Ucrania.
4.- Feliz Pascua. “Lleven a vuestras casas y a los que os encontréis el jubiloso anuncio de que el Señor ha resucitado, de que es el Señor de la vida”.
5.-¡Jesucristo ha resucitado!
El amor ha derrotado al odio, la vida ha vencido a la muerte, la luz ha disipado la oscuridad.
6.-Jesucristo, por amor a nosotros, se despojó de su gloria divina; se vació de sí mismo, asumió la forma de siervo y se humilló hasta la muerte, y muerte de cruz. Por esto Dios lo ha exaltado y le ha hecho Señor del universo. Jesús es el Señor.
7.-Con su muerte y resurrección, Jesús muestra a todos la vida y la felicidad.
8.-El mundo propone imponerse a toda costa, competir, hacerse valer... Pero los cristianos, por la gracia de Cristo muerto y resucitado, son los brotes de otra humanidad, en la cual tratamos de vivir al servicio de los demás, de no ser altivos, sino disponibles y respetuosos.
9.-Esto no es debilidad, sino autentica fuerza. Quién lleva en sí el poder de Dios, de su amor y su justicia, no necesita usar violencia, sino que habla y actúa con la fuerza de la verdad, de la belleza y del amor.
10.- Roguemos ante todo por la amada Siria e Irak, para que cese el fragor de las armas y se restablezca una buena convivencia entre los diferentes grupos que conforman estos amados países. Que la comunidad internacional no permanezca inerte ante la inmensa tragedia humanitaria dentro de estos países y el drama de tantos refugiados.
11.- Imploremos la paz para todos los habitantes de Tierra Santa. Que crezca entre israelíes y palestinos la cultura del encuentro y se reanude el proceso de paz, para poner fin a años de sufrimientos y divisiones.
12,.Pidamos la paz para Libia, para que se acabe con el absurdo derramamiento de sangre por el que está pasando, así como toda bárbara violencia, y para que cuantos se preocupan por el destino del país se esfuercen en favorecer la reconciliación y edificar una sociedad fraterna que respete la dignidad de la persona. Y esperemos que también en Yemen prevalezca una voluntad común de pacificación, por el bien de toda la población.
13.-Supliquemos al Señor resucitado el don de la paz en Nigeria, Sudán del Sur y diversas regiones del Sudán y la República Democrática del Congo. Que todas las personas de buena voluntad eleven una oración incesante por aquellos que perdieron su vida ?y pienso muy especialmente en los jóvenes asesinados el pasado jueves en la Universidad de Garissa, en Kenia?, los que han sido secuestrados, los que han tenido que abandonar sus hogares y sus seres queridos.
Que la resurrección del Señor haga llegar la luz a la amada Ucrania, especialmente a los que han sufrido la violencia del conflicto de los últimos meses. Que el país reencuentre la paz y la esperanza gracias al compromiso de todas las partes interesadas.
14,.Pidamos paz y libertad para tantos hombres y mujeres sometidos a nuevas y antiguas formas de esclavitud por parte de personas y organizaciones criminales. Paz y libertad para las víctimas de los traficantes de droga, muchas veces aliados con los poderes que deberían defender la paz y la armonía en la familia humana. E imploremos la paz para este mundo sometido a los traficantes de armas, que ganan con la sangre de hombres y mujeres.
15.- Que a los marginados, los presos, los pobres y los emigrantes, tan a menudo rechazados, maltratados y desechados; a los enfermos y los que sufren; a los niños, especialmente aquellos sometidos a la violencia; a cuantos hoy están de luto; y a todos los hombres y mujeres de buena voluntad, llegue la voz consoladora y sanadora del Señor Jesús: «La paz esté con ustedes». (Lc 24,36). «No teman, he resucitado y siempre estaré con ustedes» (cf. Misal Romano, Antífona de entrada del día de Pascua).

viernes, febrero 19, 2016

martes, febrero 16, 2016

Roberto Carlos Te agradezco Señor (con letra)




https://youtu.be/F4ODNnak8gs
TE  AGRADEZCO SEÑOR (Roberto Carlos)
1.-Voy a seguir, una luz en lo alto. Voy a oír, una voz que me llama. Voy a subir, la montaña y  estar  aún  más cerca de Dios y rezar.  Voy a gritar y este mundo me oirá y me seguirá todo este camino y  ayudará a mostrar como es,  este grito de amor y de fe.
2.-Voy a pedir, que las estrellas no paren de brillar. Que los niños no dejen de sonreír. Que los hombres jamás se olviden de agradecer. POR ESO DIGO: Te agradezco Señor. Por un día más. Te agradezco Señor, que puedo ver.  QUE SERIA DE MÍ, sin la fe que yo tengo en ti.
3.- Por más que sufra, te agradezco Señor. También si lloro. Te agradezco Señor. Por entender que todo eso me enseña el camino que  lleva a ti. Una vez más, te agradezco Señor por otro día. Te agradezco Señor que el sol nació. Te agradezco Señor.  Nuevamente   agradezco Señor. Por eso digo, te agradezco Señor por las estrellas. Te agradezco Señor, por las sonrisas.  Te agradezco Señor, nuevamente agradezco Señor.

4.- Una vez más, te agradezco Señor  por un nuevo día. Te agradezco Señor,  por la esperanza, te agradezco Señor, nuevamente agradezco Señor,  por eso digo te agradezco Señor  por las sonrisas, te agradezco Señor  por el perdón, te agradezco, nuevamente agradezco Señor. Una vez  más  te  agradezco Señor, por la  esperanza, te  agradezco Señor,  por todo eso.



REFLEXION Y GRATITUAD

CANTO DE FE

TE  AGRADEZCO SEÑOR (Roberto Carlos)
1.-Voy a seguir, una luz en lo alto. Voy a oír, una voz que me llama. Voy a subir, la montaña y  estar  aún  más cerca de Dios y rezar.  Voy a gritar y este mundo me oirá y me seguirá todo este camino y  ayudará a mostrar como es,  este grito de amor y de fe.
2.-Voy a pedir, que las estrellas no paren de brillar. Que los niños no dejen de sonreír. Que los hombres jamás se olviden de agradecer. POR ESO DIGO: Te agradezco Señor. Por un día más. Te agradezco Señor, que puedo ver.  QUE SERIA DE MÍ, sin la fe que yo tengo en ti.
3.- Por más que sufra, te agradezco Señor. También si lloro. Te agradezco Señor. Por entender que todo eso me enseña el camino que  lleva a ti. Una vez más, te agradezco Señor por otro día. Te agradezco Señor que el sol nació. Te agradezco Señor.  Nuevamente   agradezco Señor. Por eso digo, te agradezco Señor por las estrellas. Te agradezco Señor, por las sonrisas.  Te agradezco Señor, nuevamente agradezco Señor.
4.- Una vez más, te agradezco Señor  por un nuevo día. Te agradezco Señor,  por la esperanza, te agradezco Señor, nuevamente agradezco Señor,  por eso digo te agradezco Señor  por las sonrisas, te agradezco Señor  por el perdón, te agradezco, nuevamente agradezco Señor. Una vez  más  te  agradezco Señor, por la  esperanza, te  agradezco Señor,  por todo eso.

DIEGO TORRES COLOR ESPERANZA